4 elementos
Modulo Centro Difusor de Arte, Lisboa, Portugal
26 de Noviembre 2016
Alejandro Botubol insiste que lo que a él le interesa es el proceso, el propio hacer de la pintura.
Recordemos que los expresionistas abstractos concebían el lienzo como uncombate en la arena (un lugar de sucesos más que un espacio en el que representar) y ciertamente frente a un arte puramente representativo que se basa en la ilusión y el artificio, a Botubol le gusta mostrar todos los trucos, presentar la pintura en toda su desnudez y pureza.
Pero aunque en las obras de Alejandro indudablemente se desarrolla un curioso e inesperado baile, Botubol mantiene de manera más o menos consciente una voluntad de representar, las obras no han perdido su condición de ventana.
¿Pero una ventana hacia que?
Tras un proceso de recolecta de impresiones de su vida cotidiana, objetos en el estudio, imágenes de otras obras de arte, recuerdos de paisajes y destellos, Botubol da rienda suelta a su instinto y lo transforma todo en un lenguaje propio que se despliega mediante la elaboración de potentes focos de energía.
Paisajes, luces, geometrías que si bien siempre parecen representar una mirada, una narración, no paran de decirnos, una y otra vez “no olvides que soy pintura, soy pintura.”
CUATRO ELEMENTOS
En esta última exposición hay una nueva metodología que obliga a Botubol a ser extremadamente preciso, a concentrar sus impresiones de una manera certera.
El el caso de su obra en papel, el propio formato se resuelve en una obra contundente y esencial que parece casi un alfabeto, un manual para orientarse en el universo del artista.
Esta voluntad de precisión se advierte también en la serie de lienzos titulada teorías del cielo, en las que la misma composición esencial se mantiene pero varía la técnica pictórica y el color empleado, siguiendo la máxima de Heráclito de que nadie se baña dos veces en el mismo río.
El contraste entre la delicadeza del papel y la densidad del óleo, las variaciones de pincelada, las vibraciones de color y de forma hacen de cuatro elementos una exposición especialmente placentera.
Tengo además la tranquilidad de dejar a Alejandro en buenas manos, la galería Módulo es sin duda una de las más exquisitas que he conocido y la curaduría de Mario es siempre impecable y poética.
Es además una oportunidad para volver a visitar Lisboa, una ciudad que siempre he amado y que cada vez que visito me sorprende de nuevo.
Esperamos que aprecien su continente (técnica) y su contenido (mirada) y que la disfruten tanto como nosotros.
Un cordial Saludo.
Jacobo Fitz-James Stuart.